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Una de las cosas más frecuentes a la hora de criticar un anime suele ser el centrarse en el guion, el dibujo, la animación o cuál sea el estudio y autor/a que está detrás, pero en muchísimas ocasiones se ignora por completo el contexto. Mirar más allá de la pantalla o el papel, tratar de comprender por qué una historia se cuenta de tal manera.

Si hablas con cualquier persona con nociones mínimas de antropología o sociología te dirá la gran importancia e influencia que tienen los factores contextuales en las obras, de igual forma que las vivencias individuales de todas las personas que hayan contribuido a la creación de dicha obra. El como se representa una sociedad o a cierto grupo de personas, cuáles son los temas más comunes a tratar, porque se enfocan de cierta forma, etc.
Un ejemplo es Neon Genesis Evangelion en la cual su creador, Hideaki Ano, uso la serie como un medio de expresión de la depresión que atravesó.
Para entender bien una serie a veces no hay que centrarse tan solo en el guion, hay que buscar más allá y entender por qué la serie cuenta ciertos eventos y que elementos emplea. Hoy no estás aquí para hablar sobre Evangelion, estás aquí para hablar sobre Kiznaiver y a pesar de que esta no sea algo muy profundo o realista que funcione a modo de crítica social, en la obra podemos ver las influencias del contexto y el lugar en que se crea la obra por eso hoy hablaremos de Kiznaiver y las relaciones.
Originalmente este era un proyecto enfocado a un público juvenil especialmente centrándose en los chicos. Los primeros borradores de la serie estaban pensados para hacer una serie de acción, una suerte de «battle-royal», todos contra todos, con la particularidad que ya conocemos; Los luchadores y luchadoras estarían conectados.
Conociendo el potencial del estudio Trigger sabemos que visualmente el tratamiento de la acción no habría sido un problema muy importante. Con la llegada de la guionista Mari Okada la historia dio un giro de 180 grados. Ya no era una historia de acción, ahora se nos contaría la historia de adolescentes en la secundaria forzados a compartir sus sentimientos y convivir mutuamente.
Todo esto bajo la premisa de un experimento que busca la paz mundial a través del sistema kizuna, el sistema que une a las personas. De esta forma es como los estudiantes deberán empezar a conocerse y a cuidarse entre sí, es decir crear una amistad, pues el experimento no se puede abandonar y de no completarse, el crear lazos verdaderos, el resultado puede ser fatal (como vemos con otros niños y experimentos fallidos en la serie).
Es en este punto donde en lugar de centrarnos exclusivamente en el guion deberíamos centrarnos en Japón y por qué se hace tanto énfasis en la amistad en multitud de animes y al mismo tiempo en muchísimos animes se trata muy mal el tema.
Nota: Por su puesto que las relaciones humanas y sus mecanismos no son algo exclusivo del país, pero este caso sirve de ejemplo.
Para entender esto debemos comprender es significado de dos conceptos «Honne» y «tatemae». Japón es un país que históricamente ha tenido muchos periodos de pobreza y al ser una población tan grande las normas sociales del protocolo y el saber estar se volvieron fundamentales para mantener la armonía social. Obviamente el período de posguerra de la segunda guerra mundial reforzó esto. También entran en juego temas culturales como el excesivo respeto al «senpai» (persona mayor o con más experiencia) o el que una persona siempre representa el honor de su familia en todo lo que hace.
En resumen podríamos decir que el tatemae es la cara que muestras a la sociedad: Tu comportamiento, tus respuestas tus acciones y cómo tratas a las demás personas. Todo esto en favor de mantener la armonía social comportándote siempre como se espera, ignorando su forma real de ser. Esto produce que las relaciones sociales, en cierta forma estén pautadas, dificultando bastante el establecer relaciones sociales o sentimentales que sean sinceras.
Por otro lado el honne viene a ser tú y yo real, el que muestras con la familia o tus relaciones más cercanas, y en muchos casos ni con esas personas.
Como digo, es obvio que esto no es exclusivo de Japón, pero si algo muy presente y destacable en dicho país.
Este es un país donde la pertenencia al grupo es algo bastante importante, ya que a nivel social esto dice mucho de ti, pero al mismo tiempo la forma de entender las relaciones, irónicamente, es compleja. Muchos antropólogos mencionan que el simple hecho de que una cultura tenga palabras específicas para hablar de esto no es más que una muestra de que es algo muy arraigado en la sociedad. Como es obvio el lenguaje no es una simple forma de comunicarnos, las palabras que empleamos transmiten ideas, por eso traducir otros idiomas no es una tarea fácil.
Con todo esto podemos entender mucho mejor por qué en el anime se hace un énfasis tan enorme en la amistad y la pertenencia al grupo, al mismo tiempo en muchas ocasiones las amistades son tan irreales. Es casi como si la persona que crea la historia nunca hubiera vivido nunca una amistad real.

Análisis y comentario de la premisa de Kiznaiver
Kiznaiver propone romper con el protocolo. La obra nos muestra la importancia que tienen las relaciones sinceras, sobre todo en edades tan tempranas e importantes en el desarrollo de la personalidad como es la adolescencia.
Muchos de los personajes de la obra son polos opuestos, pero si algo tienen en común es su forma de vivir aislados unos de otros. Ya pueden ser los populares del colegio que tan solo viven por y para el que dirán o la típica persona que se hace la difícil o que prefiere no interactuar con el resto pues los ve desde la distancia y por encima, con prejuicios infundados y sin dar ninguna oportunidad a la otredad.
Este anime, tras una segunda lectura, me parece relevante hoy en día.
Hoy en día se vuelve mucho más común escuchar de movimientos o filosofías de vida como el MGTOW (men going their own way), aplicaciones de citas que se utilizan tan solo para llenar nuestros deseos sexuales o gente que decide vivir la vida por etapas y metas superficiales cuál película de Hollywood que te enseña que si estas en la universidad debes estar soltero y tener tantas relaciones casuales como puedas, pero que a los 35 ya debes tener un trabajo considerado productivo por la sociedad, una buena casa y pareja estable.
Gente que cada día tiene expectativas más altas: «mis amistades solo pueden ser gente emprendedora y las demás personas no merecen mi tiempo», «cualquier persona que no mida un metro ochenta, no gane más de 100.000 dólares al año y no tenga físico de revista, no vale la pena» o «si esta persona piensa distinto a mí es porque es de x ideal político, no tengo ninguna prueba, pero tampoco dudas de ello».
Despojamos a las personas de su individualidad y las tratamos como máquinas. No queremos malgastar tiempo o esforzarnos conociendo a otras personas, pero si queremos los beneficios de interactuar con otras personas, crear las relaciones, evadir la soledad o pasar un buen rato.
Cada vez es más frecuente ver, sobre todo en las redes sociales, ideas sobre ser productivo las 24 horas del día y no procrastinar o un video que te dice que eres una persona incompleta que necesita leer más sobre desarrollo personal y que ser pobre es tu culpa.
En resumen una sociedad desconectada del individuo, en la que las demás personas son un medio para un fin y no un fin en sí mismo.
Y no solo eso, muchas veces compramos el mensaje y nos tratamos a nosotros mismos de esta forma. Luego nos sorprende y no nos explicamos por qué los casos de depresión y ansiedad son cada día más comunes, sobre todo en la gente joven.
Muchas veces centrando el foco en los ejemplos mencionados y no buscando la raíz de estos, como serian el consumismo y la alta productividad de las empresas, muchas veces materializadas en las redes sociales donde los mecanismos y redes neuronales de estas no te dejan más opción que comportarte así. O el mismo sistema educativo que funciona de forma similar… De hecho el sistema educativo actual surge de la revolución industrial. El mismo sistema educativo está orientado a la idea de productividad.
Cuando hablamos de conceptos muy presentes, pero no exclusivos, de la sociedad japonesa como el honne y el tatemae, relevantes en este anime, olvidamos que el concepto de intimidad e individualidad cada vez son más dispersos, pues en gran medida dichos conceptos son formados e influenciados por nuestro contexto social, económico y cultural. Y cuando cada vez la gente vive más para encajar un ideal y tiene un pensamiento el cual no requiere análisis, es difícil hablar de individualidad.
Este anime busca una reconexión, un encuentro con la humanidad de las personas, tanto para lo bueno y romántico de la propuesta como para lo malo, como se muestra en la serie, con algo similar al dilema del erizo o la toxicidad, por llamarlo de alguna forma.
Considero esta una obra interesante por eso mismo, nos invita a explorar nuestras propias ideas, pero también a iniciar un acercamiento a las de otras personas, sean negativas o positivas.
Como ya he dicho, no me parece que este anime haga un acercamiento apropiado al tema, pero su propuesta si es digna de contemplar.
Leeré encantado cualquier contra argumento o idea (desde el respeto, simplemente estamos compartiendo ideas).