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Hoy analizamos el tercer capítulo de la cuarta temporada de shingeki no kyojin, «la puerta de la esperanza». Un capítulo que me llega muy hondo y que de alguna forma, representa muy bien las razones por las que amo esta obra.
«Voluntad heredada»
En mitad de la noche, un pequeño es arropado por su dulce madre. Ella le acaricia el cabello mientras le habla. Sin embargo, sus palabras no son tiernas o amorosas. Esta madre es débil y descuidada. Esta madre no tiene piedad por su hijo. Por ello vierte sus problemas e inseguridades en él. Alimentando una percepción errónea y distorsionada. Este comienzo es arrollador. Por fin estamos aquí. Frente al pasado de los supuestos antagonistas.

En estas primeras escenas vemos cómo y dónde se origina el drama de Reiner. Un niño atormentado por las palabras de su progenitora. Un niño que aprende que su sangre esta maldita. Que fueron dejados atrás. Abandonados por los suyos. Un niño que tiene que crecer atrapado entre los muros de Marley. Esta era la realidad de Reiner, pero también la del resto de Eldianos. En el caso de Reiner, vemos como la madre le cuenta que su padre era en realidad un ciudadano Marleyano. Le explica sobre las leyes que prohíben a ambos linajes mezclarse y llora arrepentida de haber nacido Eldiana.
Esto genera en el personaje el deseo de cambiar sus destinos. Por lo que convertirse en Marleyano se vuelve su deseo y aspiración. Todo por salvar a su madre. Por reunirla con su padre y tener una vida digna. Y así es como el joven Reiner escupe sobre su linaje y se alista en el programa de guerreros Marleyanos.

El tiempo avanza y vemos a un joven Zeke dirigiéndose al grupo de niños. Este les cuenta sobre la misión de ir a Paradis y explica que de entre ellos siete, seis serán elegidos para recibir el poder titán. Reiner se alegra, viendo su sueño de ser Marleyano más cercano a cumplirse. Sin embargo, Porco le rompe las ilusiones, insinuando que él nunca sería elegido.
Porco desborda crueldad, y le pregunta a Reiner qué cualidades reúne él que sean mejores que las de los demás aspirantes. Haciendo hincapié en que lo único que lo distingue es su fanatismo y fidelidad ciega hacia la nación de Marley. Reiner contraataca acusando a su compañero de simpatizar con los restauradores de Eldia, amenazándole con reportarle a los oficiales. Porco lo golpea y humilla delante de todos.
Marcel se disculpa con Reiner por el comportamiento de su hermano y Berthold le ayuda a levantarse. Este le reconforta, alabando su compromiso con la causa. Mientras tanto vemos lo perturbada que está Annie, la cual llevaba todo ese rato destrozando un insecto a pisotones. Sin duda, ella era la más despiadada de todos.
Berthold y Reiner hablan sobre la maldición de los trece años. Aquí podemos apreciar la seriedad con la que asumen su destino. Pese a las dudas y miedo. Convertirse en titanes les brindaría a todos una oportunidad de salvar algo. De cambiar su mundo podrido. Estos niños no conocían otra forma. No tenían más opciones. Aquí vemos algo increíble. Y es que aquél fue el mismo día en el que adentro de los muros, Armin le mostró a Eren su famoso libro por primera vez. Ya sabéis, el libro que hablaba del mundo exterior.
Ver todo esto así es algo que me encanta. Poder comprobar todas las perspectivas y ver como se entrelazan las historias de los distintos personajes de una manera tan bien cohesionada es un verdadero lujo. Con esto nos queda claro que aun con sus diferencias, ambas partes comparten el mismo destino marcado por su nacimiento. No son dueños de su futuro, sino víctimas de su pasado.

Tras el opening damos un salto en el tiempo. Marley despliega a los nuevos titanes sobre el campo de batalla. Desatando todo su poder bélico y alzándose como indiscutibles vencedores. Vemos a Magath evaluar a los guerreros junto a otro oficial. Estos compilan los datos obtenidos en base a su desempeño y elaboran un análisis de las habilidades de cada uno por separado. Esta es una manera de mostrarnos las capacidades propias de cada titán.
El hembra es muy balanceado, el acorazado posee un enorme poder defensivo, el mandíbula es el más veloz, el bestia cuenta con un poder especial y su habilidad de lanzamiento, el carreta posee una enorme resistencia y el colosal es directamente un dios de la muerte. Los oficiales de Marley hablan sobre el ataque a Paradis, imaginando como sus habitantes serían masacrados de un día para otro. Magath hace un comentario de valor. Ya que por lo visto esa nueva generación de titanes mostraba mejores resultados que la anterior, de la cual no se nos muestra nada. Y parece ser que la clave se encontraba en haberles entrenado desde pequeños. Así podemos concluir que aquella era la primera vez que usaban a niños como usuarios del poder titán.

Cuando analizamos este dato, solo podemos imaginar la cantidad de experimentos que Marley llevó a cabo con los Eldianos en busca de la fórmula perfecta. Shingeki no kyojin nos presenta a esta nación y nos indica que ellos son los verdaderos culpables. Los enemigos reales. Sin embargo, esto, como todo lo demás en esta serie, no es del todo verdad.
Y es que sabemos que en el pasado, los que sufrieron a consecuencia del dominio del imperio Eldiano fueron los de Marley. Y no solamente ellos, ya que como hemos podido ver ya, el miedo a los titanes es algo generalizado que afecta a todas las naciones por igual. Al final, seguramente, los Eldianos se ganaron a pulso la etiqueta de «demonios». Y lo que ahora estamos viendo son las represalias, el resultado de todo aquél sufrimiento. Cómo un imperio recoge el testigo del anterior y hace uso de su poder. Acabando por convertirse en lo mismo. El ciclo siempre se repite.
Esto nos habla de la lacra que supone el odio transmitido a través de las generaciones. Nos muestra una ficción basada en los problemas del mundo real. La mayor causa de conflicto es la de no querer olvidar. La de siempre tener presente el horror que vivieron los de antes. Y no poder pasar página es lo que alimenta la guerra. Todos son culpables, todos tienen parte de responsabilidad, aquí no hay buenos y malos.
Magath también comenta algo que creo que todos hemos pensado en algún momento, y es que enviar a simples niños a una misión de tal calibre era una locura. Sin embargo, el otro oficial tiene un punto de vista distinto. Ya que quizá sí fuera una locura enviar a niños. Pero esos niños justo acababan de aplastar un país entero ellos solos. Y lo cierto era que este oficial no se equivocaba. Los niños eran inmaduros e inocentes. Más fáciles de someter que los adultos, más dóciles y dependientes… Más inconscientes.
Cuando asistimos a estas escenas en las que los titanes cambiantes ganan las guerras de Marley, nos damos cuenta de algo. La meta de los Eldianos de Liberio no era la de ser libres. La meta no era la de restablecer su reino. Con los restauradores fuera de juego, lo que quedaba eran personas rotas y amaestradas cuyo único propósito era el de ser finalmente aceptados en el seno de Marley.

Si lo pensamos bien, los titanes cambiantes podrían haber arrasado todo Marley en un solo día, quizá menos. Podrían haber liberado a su pueblo y castigado a sus captores. Pero en cambio, deciden someterse y cumplir órdenes. Así de radical es su lavado de cerebro. Y creo que de ahí parte la decisión de usar a niños. Ya que manipularles a ellos resulta mucho más sencillo.
Lo siguiente que vemos es la frustración de Porco galliard, quien finalmente no fue elegido como portador del acorazado. La relación entre él y Reiner no cambió mucho con los años y ya lo pudimos apreciar en el episodio anterior. Pues Porco sigue guardando resentimiento hacia él. Aquí volvemos a ser testigos del comportamiento de Marcel. Quien sigue disculpándose en nombre de su hermano.
Entonces vemos un desfile con los guerreros como protagonistas, aclamados por los demás Eldianos. Reiner había cumplido con su ambición. Eran el orgullo de su pueblo. Sus libertadores. Aquí Reiner repara en el que cree que es su padre. Y va en su busca, convencido de haber logrado su propósito. Su madre había trabajado en aquella casa años atrás. Estamos ante la típica historia de la criada que se convierte en amante de su señor. Y ya sabemos cómo terminan esas historias.
La realidad golpea de lleno al joven Reiner. Había sido un iluso al pensar que las cosas serían tan fáciles. La reacción del padre es bastante entendible. Porque si como él dice, se llegara a investigar el linaje de Reiner, serían su padre y la familia de este los que recibirían el castigo por romper las leyes. Probablemente la horca.
Observamos como Reiner se toca el brazalete al momento de decir que él se había convertido en Marleyano. Notamos que la tela de éste es de color rojo, a diferencia de los otros dos que hemos visto, los grises en los ciudadanos y los amarillos en los soldados, si no me equivoco. ¿Pero es que acaso importaba el color? El brazalete seguía estando ahí, atado a su brazo. Los Eldianos jamás serán otra cosa. Pero Reiner no quiere creerlo. Y se aferra a lo único que le queda. Convertirse en el héroe que acabe con todos los demonios.

«La isla de los demonios»
Tras la despedida, aparecemos directamente en mitad de la isla. Los guerreros deciden parar y montar un campamento. Allí, alrededor del fuego, surgen las dudas. Reiner se muestra indignado por el comportamiento de sus compañeros. Estaban allí para llevar a cabo la misión más importante de todas. Eliminar a los demonios era hacer justicia. Ellos eran el mal de este mundo. Monstruos. Curioso que estas palabras salieran precisamente de la boca de alguien que tiene ese mismo poder monstruoso.
Ver a Reiner tan comprometido es lo que causa en Marcel la necesidad de contarle la verdad. Una verdad demoledora. Reiner no fue elegido por sus cualidades. De hecho sus puntuaciones eran mediocres. Marcel mintió y favoreció la elección de Reiner por sobre la de Porco. Influenció la decisión del ejército hablando mal de su propio hermano con la intención de protegerle. Con el deseo de salvarle de la infame maldición de los trece años. Es una lástima que finalmente no lo consiguiera…
Aquí apreciamos quién fue Marcel Galliard. Un personaje que apenas vemos y que, sin embargo, conecta perfectamente con nosotros. Un hermano dedicado que no puede soportar la culpa de haber arrastrado a Reiner al propio infierno. Y es aquella misma culpabilidad, la que le lleva a salvarle y ponerse en su lugar. Lo que le lleva a ser devorado por Ymir es el remordimiento, pero también su gallardía, tal y como infiere su apellido «Galliard». Un final prematuro y sumamente trágico para un personaje lleno de cualidades que de haber seguido con vida quizá hubiera podido cambiar el porvenir de sus compañeros.

Tras escapar, Reiner se viene abajo y se deja llevar por el pavor más absoluto. Lo vemos gritar y patalear, horrorizado. Annie se lamenta, y decide volver a recuperar al mandíbula. Por su comentario nos damos cuenta de cuán importante era el papel de Marcel Galliard. Ya que para sus compañeros era el que llevaba la voz cantante y al parecer el más preparado. Annie y Reiner se enzarzan en una discusión llena de dolor.
Su situación era deplorable, si volvían a Marley pagarían las consecuencias de su fracaso, arriesgándose a ser devorados por otros Eldianos, y si intentaban recuperar al mandíbula y Yimir se transformaba, no lograrían alcanzarla, por lo que empeorarían su situación todavía más. Reiner es consciente de esto, ya que Berthold fue capaz de dominar su titán fácilmente. Por lo que cabía la posibilidad de que Ymir también fuera capaz de hacerlo.
Al final, si volvían a Marley sin completar su misión de recuperar al fundador, corrían el riesgo de morir de todos modos. Annie, molesta por las palabras de Reiner, le propina una brutal paliza. Era cierto que lo que Reiner decía era una posibilidad. Pero lo que buscaba era protegerse a sí mismo. No podía fracasar. Y si hubieran regresado entonces seguramente, él sería el único en recibir un castigo por parte de Marley, siendo despojado de su titán.
Annie muestra una comprensión total de la situación que atraviesan. Ella era consciente de que no había enemigos reales dentro de los muros. Para ella no había diferencia entre Eldia o Marley. A ella solo le interesaba regresar con vida. Y de nuevo asistimos a otra escena increíble cuando Reiner se levanta destrozado y somete a Annie diciéndole que Reiner había muerto. Y que si era a Marcel al que necesitaban, él tomaría su lugar.

-Reiner: Todos vamos a regresar a casa.
Dios… Qué locura.
Esto es de lo que hablaba antes. Reiner, Annie y Berthold cometen actos infames. Asesinan a muchos y desatan el infierno en los muros. Pero ellos son los primeros en sufrir por ello. ¿Cuál era el precio por arrebatar tantas vidas? Pues vivir con ello, ni más ni menos. No es una justificación. No se trata de eso. Esto solo trata acerca del sufrimiento y el instinto de supervivencia. Lo que buscan estos tres es seguir respirando un día más. Y yo no puedo culparles por ello.
Y volvemos al primer capítulo de Shingeki no kyojin, pero esta vez desde los ojos del Berthold que se asoma a la muralla. El círculo se cierra. Y observamos la parte que nos faltaba, la perspectiva de los villanos. Reiner carga perseguido por sus demonios, consciente de que él no debía haber estado allí. Él debió haber muerto ese día. Y comienza su pesadilla. Una infiltración que duraría 5 largos años en los cuales debieron mezclarse y hacerse pasar por algo que ni eran ni querían ser. Soldados que decían luchar por la humanidad.
Vemos a Annie llevar a cabo una investigación para descubrir la ubicación del titán fundador, lo que la lleva a tener un breve enfrentamiento con Kenny Ackerman. Esto significa que ella estuvo realmente cerca de conseguir su propósito, actuando como un doble agente mientras Berthold y Reiner se sumían más y más en su rol de integrantes de la milicia.

Los tres se reúnen y Annie les revela sus progresos. Había conseguido ubicar a la familia real, pero no podía acercarse más. Estaba cansada, quería volver a Marley. Pensaba que aquella información sería suficiente. Pero Reiner se oponía, según él, Marley no lo consideraría suficiente tras haber pasado tanto tiempo allí. Recordemos que en aquél momento, ellos todavía no sabían que el fundador se encontraba adentro de Eren. De hecho, ni siquiera él lo sabía aún.
Es entonces cuando Reiner propone destruir el muro rose para aprovechar el alboroto y conseguir acercarse más al fundador. Annie les advierte que sus amigos morirán, pero Reiner se muestra consciente de ello y rechaza esos sentimientos. Repitiendo que los de los muros eran demonios. Repitiéndoselo a sí mismo. Aunque fuera mentira.
«Dolor y culpa»
Pasamos al entrenamiento con el equipo de maniobras tridimensional, y vemos una escena en la que Eren pierde el equilibrio y cae al suelo, agotado. Eren muestra su frustración por no ser tan fuerte y hábil como Mikasa o el propio Reiner, lo que hace que éste se vea reflejado en él. La imagen de una bala se cuela en el plano, los recuerdos de Reiner dando ánimos a Eren se entremezclan con el Reiner del presente, quien carga un rifle.

Y entonces, en la soledad de una celda, Reiner llega a su límite y se pone el cañon del rifle en la boca, dispuesto a terminar con su incesante tormento, con su patética vida. Y es que esto era lo esperable. Este es un momento absolutamente brillante, llevado de maravilla a través de los dos primeros episodios de la temporada.
Hemos visto todo del personaje. Le hemos acompañado en su caída. No hay nada bueno en su vida. Nada. Nunca lo hubo. Así que tras todos sus pecados ¿Para qué continuar? Él seguía ahí, atado a Marley. Y todo por no haber sabido ver la verdad. Por no haberse atrevido a admitir que entre los muros fue feliz por primera vez. Por no haber sabido cambiar de bando cuando tuvo la oportunidad. Sus manos estaban ya demasiado manchadas. Él no pertenecía a Paradis. Él era un guerrero Marleyano. Pero ¿Qué quedaba ya de eso? Annie, berthold y Galliard ya no estaban. Solo quedaba él. Un pobre diablo traumatizado y sin esperanza. Con apenas 3 años más de vida ¿Valía la pena?

Justo cuando se disponía a apretar el gatillo, Falco, agotado por el entrenamiento, golpea la pared desde el exterior. Esto hace a Reiner volver en sí. Por lo que decide que aún no es el final. Él todavía puede aferrarse a ellos, a los niños. Y es que pese a todo, Reiner no quiere morir.
Pasamos a la parte final con Falco volviendo a su casa. Este pasa por delante del hospital y el soldado al que ayudó en el capítulo anterior le llama. Ambos intercambian sus historias. El soldado le cuenta que no quiere volver a su hogar, que no se siente capaz de mirar a su familia a la cara. Falco le confiesa su situación y como él no será el escogido para heredar el poder titán. El soldado le dice que eso es algo bueno, que él es una buena persona y debería poder vivir una vida larga.
Este soldado le da a Falco un discurso. Uno que habla sobre la naturaleza de nuestras acciones. Este soldado habla de voluntad. De libertad. La libertad de ver el mundo por uno mismo y avanzar por un camino propio, ajeno a los designios de los que nos controlan. Y entonces vemos mejor su rostro. El rostro sin luz de aquél que vive todos los días sumido en el infierno. El rostro de Eren jeager.

Y con esta revelación absolutamente de locura termina el capítulo ¿Como os quedáis? No quiero aportar más datos sobre Eren por ahora, así que tendremos que esperar a la semana que viene para saber más. No os quejéis, porque todo lo que diga serían spoilers, así que ¡Aguantad!
Espectacular episodio que solo nos sigue demostrando lo que ya sabíamos. Y eso es que esta serie es algo totalmente loco y maravilloso a la vez. Sorprende lo bien hecho que está todo. Y lo interesante que sigue resultando a medida que avanza la historia. Un 10 sobre 10. Me despido aquí gente. Recordad visitar nuestro canal en Youtube y suscribiros si os gusta lo que hacemos.
Muchas gracias como siempre y…¡Chao!
